UUno de los sectores que ha tenido que responder con urgencia a esta situación de crisis es el de la educación. El aprendizaje no se posterga; por ello, en un esfuerzo titánico han implementado estrategias de educación virtual. Es importante agradecer a todos los profesores y alumnos que están demostrando en estos días su fortaleza y resiliencia. Son los tiempos difíciles los que evidencian el carácter y aquello de lo que estamos hechos.
Lamentablemente, muchos escolares no cuentan con la tecnología, el espacio ni el ambiente necesario para poder cumplir con sus expectativas académicas. Además de estas barreras, se encuentra el miedo y la angustia que genera el hecho de que muchos padres de familia se están quedando sin empleo o familiares se están enfermando o muriendo. Ante todos estos cambios que estamos viviendo a nivel mundial, se vuelve aún más importante la constante comunicación y cercanía entre padres de familia, educadores, administradores y alumnos, para saber cuáles son los retos que están enfrentando y cómo superarlos juntos.
Niños y educación virtual
En el caso de los niños de inicial, el reto de las clases virtuales es aún mayor. Si bien los niños son nativos digitales, el estar frente a una computadora por un tiempo determinado no sería lo adecuado. Una vez más, el rol de la mamá y papá es fundamental. Es mejor que él o la docente de nido encarguen pequeñas acciones que los niños puedan hacer en casa, disfrutando con la familia. No es tanto darle una clase, sino hacerle participar con la familia.
Según las investigaciones la evidencia señala que entre los 0 y 7 años se construye con mayor riqueza el “conjunto de redes neuronales cognitivas en el cerebro de una persona”. En ese sentido, si bien los niños deben recibir el cariño socioemocional de sus padres, también deben contar con un guía profesional en su desarrollo.
El rol de los docentes del nido. Ya sea por video llamadas, WhatsApp o por teléfono. Poder tener 10 o 12 minutos de interacción con el estudiante “Tiene que ser creativos para solicitar a los niños y niñas que bailen, escuchen canciones y ofrecerles una tutoría personalizada”. La profesora de educación inicial debe hablar con sus niños, preguntarle cómo se siente, como está y que después le deje estos procedimientos. Me parece que es la mejor estrategia.
Entonces es una oportunidad para sentarte con tu niño o adolescente, no importa el nivel, lo que hay que graduar es la complejidad de la conversación, y preguntarles: ‘¿Qué ves? ¿Cuál es el problema que están enfrentando? ¿Por qué crees que está pasando lo que está pasando? ¿Qué soluciones podrías plantear? Vamos a escribir al respecto. Solo con ese ejercicio estás obligando a que el niño haga lo que los seres humanos hacemos: enfrentarse a problemas, tratar de entenderlos, buscar información y plantear soluciones y después ponerlo en práctica.